La prohibición del presidente Donald Trump que impide a estudiantes extranjeros inscribirse o continuar sus estudios en Harvard generó conmoción en la universidad, conocida por su alumnado internacional. Entre los afectados se encuentran desde la princesa de una casa real europea hasta cientos de jóvenes chinos, particularmente impactados por la medida.
El gobierno de Trump ya había congelado una partida de 2.200 millones de dólares en subvenciones, cancelado 60 millones en contratos oficiales y deportado a un investigador de la Facultad de Medicina. Ahora, la ofensiva se extiende a los estudiantes extranjeros.
Una de las afectadas es la princesa Isabel de Bélgica, de 23 años de edad y heredera al trono. “La princesa acaba de completar su primer año. El impacto de la decisión se conocerá en los próximos días o semanas. Estamos analizando la situación”, informó la vocera del Palacio Real, Lore Vandoorne.
Isabel cursa una maestría en Políticas Públicas, un programa de dos años que, según Harvard, busca ampliar la visión de los estudiantes y fortalecer sus capacidades para una carrera en el servicio público. Antes, obtuvo su licenciatura en Historia y Política en la Universidad de Oxford.
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Estudiantes chinos, los más golpeados
Harvard calificó la medida como “ilegal” y ratificó su “pleno compromiso” con la educación de sus alumnos internacionales, entre los que los chinos constituyen el grupo más numeroso. Muchos se sienten directamente atacados por la decisión del mandatario, que –sin pruebas– acusó a la universidad de colaborar con el Partido Comunista de China.
El número de estudiantes chinos en universidades estadounidenses cayó de un pico de 370.000 en 2019 a unos 277.000 en 2024, en medio de crecientes tensiones entre ambas potencias y un mayor escrutinio por parte de las autoridades de EE.UU.
Ante este escenario, muchas familias optan por enviar a sus hijos a estudiar a otros países de habla inglesa como Australia o Singapur. En Harvard, los ciudadanos chinos representaban una quinta parte de los estudiantes extranjeros en 2024.
La incertidumbre es alta. Muchos estudiantes comenzaron a cancelar vuelos de regreso y a buscar asesoría legal sobre su estatus migratorio. “Definitivamente, la comunidad china se siente más señalada que otros grupos”, dijo Zhang, un doctorando en Física de 24 años de edad, que prefirió no revelar su nombre completo por seguridad.
“Algunos amigos me recomendaron no quedarme en mi alojamiento si la situación empeora, por temor a redadas del Servicio de Inmigración”, relató. Según Zhang, sus compañeros están preocupados por la validez de sus visados y sus posibilidades de hacer prácticas profesionales.
Aunque algunos confían en que Harvard resolverá el conflicto por la vía judicial, la ansiedad no cede. “Nuestros profesores nos informaron por correo que están trabajando en una respuesta dentro de las próximas 72 horas y que buscan negociar con el gobierno”, contó Teresa, estudiante de posgrado en la Escuela Kennedy. En redes sociales, publicó un mensaje titulado “Refugiada de Harvard”.
La Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong ofreció “admisión simplificada, apoyo académico y asistencia para una transición fluida” a los estudiantes afectados por la medida en Estados Unidos.
Para la consultora educativa Pippa Ebel, con base en Guangzhou, la decisión de Trump podría marcar un punto de quiebre: “No cerrará totalmente el acceso a universidades estadounidenses, pero sí podría ser el empujón final hacia otros destinos”. Según ella, “esto refuerza las preocupaciones que ya tenían muchos padres chinos”.

Miedo y replanteos
La medida también forzó a estudiantes de otras nacionalidades a replantear sus planes académicos y su futuro en EE.UU. “Muchos vinimos a Harvard para mejorarla y también transformar nuestros países. Ahora todo eso corre el riesgo de derrumbarse, y eso me parte el corazón”, expresó Karl Molden, estudiante austríaco que acaba de terminar su segundo año.
“Esto destruirá a la universidad tal como la conocemos”, advirtió Kirsten Weld, profesora de Historia Latinoamericana y presidenta de la sección de Harvard de la Asociación Americana de Profesores Universitarios. “Harvard está en Estados Unidos, pero sus estudiantes y docentes vienen de todo el mundo. Eso es esencial para su misión. Sin eso, la institución queda vacía”, sentenció.
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Con Información de LaNación.-