El año 2024 empezó con un lamentable saldo rojo para los venezolanos en Argentina. Y es que, a pesar de ser uno de los países donde los criollos han sido mejor atendidos y con mayor seguridad en Latinoamérica, cinco de ellos han perdido la vida de manera violenta.
La cuenta lleva a sumar cuatro asesinatos al cierre de 2024, todos con heridas por armas blancas y dos fallecieron en accidentes de tránsito. Dos de los homicidios fueron por resistencia al robo, otro por riña y el último es investigado como un ajuste de cuentas. Más del 90 % de los fallecidos, tenían entre 30 a 37 años de edad y eran del sexo masculino.
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Casos lamentables
La madrugada del 14 de enero Cleiver Jesús Fermín, de 30 años de edad, murió en un accidente de moto, cuando fue atropellado por un taxista en la esquina de Malvinas Argentinas y Alberdi en el barrio de Caballito en la ciudad de Buenos Aires, lo que le causó la muerte inmediatamente.
El 22 de enero, Eduard Díaz Rodríguez, de 37 años de edad, oriundo de Barquisimeto, estado Lara, en el centroccidente venezolano, se resistió al robo en la provincia de Buenos Aires y lo mataron a puñaladas.
El 31 de enero, Josnel Rodríguez, de 32 años de edad, recibió dos puñaladas con un arma blanca en Clemente Onelli 1030,entre Paraguay y Ecuador, partido de Moreno, provincia de Buenos Aires.
El 25 de marzo, Nelson Labrador, de 32 años de edad, fue ultimado en en el barrio Villa Devoto de la ciudad de Buenos Aires, al parecer por una riña con un amigo. El caso no ha sido esclarecido.
En octubre, Richard Odreman Leonet, murió tras ser atropellado por un hombre de 24 años de edad, quien habría dado positivo para alcoholemia, según las autoridades. El hecho ocurrió en la provincia de Córdoba, donde los familiares de la víctima hicieron varias protestas.
Andrés Eduardo Núñez Marval, de 25 años de edad, falleció el pasado viernes 25 de octubre en el Hospital Guillermo Rawson de San Juan, Argentina, lo que activó una investigación judicial para esclarecer las causas de su muerte. Núñez Marval, con domicilio en Lanús, Buenos Aires, había llegado al hospital el 8 de octubre, donde, según información de la Justicia, manifestó en la guardia haber ingerido lavandina (cloro). Los médicos realizaron un lavado gástrico con el objetivo de salvarlo, pero tras casi 20 días de internación, sufrió un paro cardíaco por arritmia ventricular que acabó con su vida.
El último caso lamentable fue en diciembre, cuando Jonathan David Valera Salazar, un estudiante de enfermería en la Universidad de San Luis y quien trabajaba como delivery, fue atropellado por un auto, mientras trabajaba, y murió al instante.
