En Argentina, muchas personas suelen retrasar el almuerzo hasta las tres de la tarde. Sin embargo, estudios de cronobiología sugieren que el horario ideal para comer se encuentra entre las 12:00 y las 14:00 horas. Durante este intervalo, las clock proteins —proteínas que regulan el ritmo circadiano— sincronizan los procesos metabólicos con los ciclos de luz y oscuridad.
Así lo explica Vicente Clemente, profesor de Nutrición en la Universidad Europea de España, quien señala que estas proteínas influyen en la expresión de genes clave para la digestión, el metabolismo de la glucosa y la sensibilidad a la insulina, procesos que alcanzan su punto óptimo al mediodía.
Comer en desalineación con estos ritmos puede afectar negativamente la salud. Se ha asociado con una peor regulación de la glucosa, mayor inflamación, riesgo de obesidad y enfermedades metabólicas. Clemente advierte que respetar los picos de actividad de las clock proteins permite al cuerpo metabolizar los alimentos de forma más eficiente y saludable. Por eso, almorzar después de las 15:00 puede favorecer el almacenamiento de grasa.
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Además del reloj biológico, el especialista recomienda considerar otros factores a la hora de planificar las comidas:
- La hora del despertar
- El nivel de actividad física
- La regularidad en los horarios
- Las señales reales de hambre
Impacto del horario de las comidas en la energía y el peso corporal
Clemente sostiene que comer entre las 12:00 y las 14:00 contribuye a mantener estables los niveles de glucosa en sangre, lo que evita picos y caídas bruscas de energía. En cambio, almorzar más tarde puede intensificar la somnolencia postprandial y reducir el rendimiento cognitivo debido a una menor eficiencia metabólica.
Respecto al control del peso, el profesor subraya que quienes almuerzan más temprano tienden a perder más grasa corporal y controlar mejor el apetito. Incluso con dietas similares, las personas que comen tarde suelen ingerir más calorías y acumular más grasa abdominal, lo cual se atribuye a la baja eficiencia metabólica del organismo en horas de la tarde y a la alteración del ritmo circadiano.
Consejos para planificar bien las comidas
Para optimizar la salud metabólica, Clemente recomienda coordinar las comidas con el descanso y la actividad física. Estas son sus sugerencias:
- Mantener horarios regulares, comiendo cada 4 o 5 horas y evitando saltearse comidas
- Comer con luz solar: desayunar en la primera hora tras despertar, almorzar entre las 12:00 y las 14:00 y cenar al menos dos o tres horas antes de dormir
- Planificar menús semanales con alimentos frescos y equilibrados
- Tener opciones saludables disponibles para evitar decisiones impulsivas
- Coordinar el ejercicio físico con las comidas, entrenando una o dos horas después de comer o al menos una hora antes de cenar