En el contexto actual de salud en Argentina, un relevamiento realizado entre enero y septiembre de 2024 muestra un alarmante aumento del 51,5% en diagnósticos de infecciones de transmisión sexual (ITS) en comparación con el mismo período de 2023, lo que representa un serio llamado a la acción en salud pública.
Los datos, proporcionados por la AIDS Healthcare Foundation Argentina (AHF) en su Centro Comunitario de Salud Sexual en Buenos Aires, destacan la urgente necesidad de implementar estrategias de prevención y educación efectivas. Según el Dr. Miguel Pedrola (MP 11668), director científico para Latinoamérica y el Caribe de AHF: “Al comparar trimestre a trimestre, observamos un incremento cercano al 50% en todos los grupos etarios”. Un análisis detallado revela que el 80% de los jóvenes de entre 14 y 24 años de edad diagnosticados con VIH y/o sífilis admitió no usar preservativos de manera constante en sus relaciones sexuales. Este dato evidencia la falta de conciencia y la limitada educación sexual en esta población. “La prevención de ITS debe ser una prioridad para las instituciones de salud y una responsabilidad compartida por toda la sociedad”, afirmó el especialista, quien advirtió: “Muchos creen haberse ‘curado’ al desaparecer las lesiones, pero estas infecciones pueden progresar a otras etapas”.
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La educación sexual integral es esencial para promover conductas sexuales responsables. Brindar información clara sobre las ITS, su transmisión y la importancia del uso del preservativo no solo ayuda a prevenir contagios, sino que también reduce el estigma que a menudo dificulta que las personas se realicen pruebas o busquen tratamiento.
El uso irregular del preservativo: un factor de riesgo
El acceso a recursos, como preservativos y pruebas de ITS en espacios accesibles y amigables, es vital. Garantizar estos recursos facilita la prevención y refuerza la idea de que la salud sexual es una prioridad. Promover una cultura de prevención requiere un enfoque multidimensional. Mejorar la salud sexual y la calidad de vida está directamente relacionado con asegurar el acceso a tratamientos y recursos de salud sexual, beneficiando tanto a individuos como a la sociedad en su conjunto.
Es fundamental que todos los sectores, tanto públicos como privados, se unan para fomentar una cultura de prevención, eliminar el estigma asociado y asegurar el acceso a información y recursos para todos. Solo así se logrará un cambio significativo en la salud sexual de las nuevas generaciones.