En la mayoría de los hogares, se suele creer que electrodomésticos como el refrigerador o la lavadora son los principales responsables de incrementar la factura de electricidad. Aunque estos aparatos consumen energía de manera constante, hay uno en particular que, por su uso prolongado y alta demanda energética, se destaca como el verdadero responsable de aumentar los costos de luz: la ducha eléctrica.
La ducha eléctrica: el verdadero enemigo de la factura de luz
A pesar de que muchos consideran que el refrigerador, con su compresor funcionando día y noche para mantener los alimentos frescos, es el principal responsable del consumo eléctrico, la realidad es otra. Estudios de organismos especializados en eficiencia energética, como la Acción Energética Nacional del Reino Unido, señalan que la ducha eléctrica es, en muchos casos, el electrodoméstico que más incrementa el consumo en los hogares.
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De acuerdo con un estudio del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) en Perú, la ducha eléctrica, junto con la cocina eléctrica de cuatro quemadores, lidera la lista de electrodomésticos de alta potencia, alcanzando los 4500 watts. Sin embargo, este organismo advierte que estas cifras son referenciales y pueden variar según el modelo específico del aparato.
¿Por qué la ducha eléctrica consume tanta energía? Consejos para reducir su impacto en la factura
El alto consumo de la ducha eléctrica se debe a la energía necesaria para calentar el agua de forma instantánea. A diferencia de otros electrodomésticos que operan en intervalos o mantienen un consumo constante pero bajo, la ducha eléctrica requiere una gran cantidad de calor en poco tiempo. Este proceso demanda mucha energía, y cuanto más tiempo esté en funcionamiento, mayor será el impacto en la factura.
A diferencia de dispositivos como las teteras eléctricas, que calientan agua en intervalos cortos, la ducha mantiene un flujo constante de energía durante el uso, lo cual representa un gasto acumulado considerable.
En algunos países, se ha calculado que una ducha eléctrica en uso continuo puede consumir más energía en una hora que un refrigerador en todo un día, lo que evidencia su alta demanda energética. Reducir el tiempo de uso es una de las primeras medidas recomendadas para minimizar el impacto de este aparato en la factura. Limitar los baños a unos pocos minutos y evitar el uso innecesario de agua caliente pueden marcar una diferencia importante en el consumo final.

Comparación con otros electrodomésticos
- Refrigerador: aunque permanece encendido constantemente, su consumo es más distribuido a lo largo del día, ya que el compresor se activa en intervalos. Aunque su consumo es considerable, no requiere la misma demanda instantánea de energía que la ducha eléctrica.
- Lavadora: utiliza mucha energía, especialmente cuando calienta agua, pero su uso es intermitente, por lo que no suele ser un factor determinante en la factura mensual.
- Aire acondicionado: en climas cálidos, el aire acondicionado puede ser un gran consumidor de energía, aunque sigue siendo más eficiente que una ducha eléctrica cuando se compara por tiempo de uso.