El espacio de trabajo que utilizamos diariamente tiene un impacto directo en nuestro rendimiento y bienestar. No se trata solo de contar con un buen equipo, sino de saber cómo posicionarlo correctamente para evitar incomodidades y problemas de salud a largo plazo. Posturas inadecuadas pueden provocar desde dolores lumbares hasta dificultades visuales.
Una mala postura frente a la computadora puede generar múltiples problemas físicos debido a la tensión constante en el cuerpo al pasar varias horas frente a un monitor mal colocado o al usar un teclado y mouse sin considerar la ergonomía. Incluso pequeños ajustes pueden marcar una gran diferencia en cómo nos sentimos al final del día. La correcta ubicación del monitor, teclado y mouse es clave para proteger nuestra salud.
Posición correcta del monitor
El monitor debe estar a la altura adecuada para evitar forzar el cuello. Según estudios de ergonomía de la Universidad de Cornell, la parte superior de la pantalla debe alinearse con los ojos, lo que evita movimientos constantes de cabeza y reduce la tensión en la zona cervical. Además, la distancia óptima entre los ojos y el monitor debe ser de entre 50 y 70 cm, equivalente a un brazo extendido. Asegúrate de que la pantalla esté centrada para evitar giros innecesarios de cuello y de que no haya reflejos molestos que puedan generar fatiga ocular.
El monitor también debe tener un ángulo de visión ligeramente inclinado hacia arriba para mayor comodidad.

El teclado, clave en la ergonomía
El teclado debe estar colocado de manera que los hombros estén relajados y los codos formen un ángulo cercano a los 90 grados, evitando tensiones en cuello y hombros. Es importante que las muñecas se mantengan rectas, sin doblarse hacia arriba o los lados. Según la Asociación Española de Ergonomía, un reposamuñecas puede ayudar a reducir la presión en las muñecas durante largas jornadas de trabajo. Además, el teclado debe estar ligeramente inclinado para facilitar el movimiento natural de las muñecas.
- Posición de los codos: Ángulo recto, con los hombros relajados.
- Muñecas rectas: Evitar doblarlas hacia arriba o a los lados.
- Reposamuñecas: Ideal para reducir la tensión en las muñecas.

El mouse, indispensable y bien posicionado
El mouse debe colocarse junto al teclado para que el brazo se mantenga en una posición relajada. Evitar extender demasiado el brazo para alcanzarlo, ya que esto genera tensión en el hombro y puede provocar molestias. La ergonomía del mouse es crucial, ya que un mal uso puede derivar en problemas como el síndrome del túnel carpiano, según la Clínica Mayo. Es recomendable optar por un mouse ergonómico, diseñado para reducir la tensión en la muñeca y el antebrazo. Además, es preferible mover el mouse con todo el brazo y no solo con la muñeca para prevenir lesiones.
- Ubicación cercana: Al lado del teclado, sin necesidad de estirar el brazo.
- Movimientos suaves: Utilizar el brazo completo y no solo la muñeca.
- Mouse ergonómico: Elegir uno que favorezca una postura natural.
Implementar estas prácticas ergonómicas mejorará tu postura, reducirá la fatiga y protegerá tu salud a largo plazo.