El resultado de las elecciones en la provincia de Buenos Aires sacudió al mercado financiero. Si bien se descontaba una victoria de Fuerza Patria, lo que no estaba en los cálculos de los inversores era una diferencia de más de 14 puntos sobre el oficialismo. La reacción fue inmediata: desde la madrugada, antes de la apertura formal de los mercados, las acciones argentinas en Wall Street se hundieron hasta un 16%.
“La expectativa no era un empate técnico, pero tampoco un triunfo tan amplio del peronismo. Eso presiona con fuerza a los activos financieros y obliga al Gobierno a recalcular”, señaló la consultora 1816, referente de la City porteña.
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En el pre-market de Nueva York, el golpe más fuerte se lo llevan los bancos: Grupo Financiero Galicia cae 16,76%, Banco Supervielle 13,32%, Banco Macro 12,41% y BBVA 11,13%. El derrumbe también alcanza al sector energético: Edenor se desploma 15,06%, Transportadora de Gas del Sur 14,83%, YPF 14,31% y Pampa Energía 13,51%.
La caída es generalizada: Loma Negra retrocede 11,31%, Telecom Argentina 6,88% y Cresud 6,09%. Incluso Mercado Libre, menos expuesta a los vaivenes locales, pierde cerca del 2%.
Los bonos soberanos tampoco escapan a la tendencia. Entre los títulos globales, el GD35 se hunde 9%, el GD38 8,5% y el GD46 8,46%, lo que anticipa una nueva suba del riesgo país, que ya la semana pasada había cerrado por encima de los 900 puntos básicos, máximos desde abril.
“El mercado descontaba una derrota por cinco puntos, pero no una diferencia de más de diez. Ahora el dólar cripto cotiza a $1440, las acciones caen hasta 10% en el pre-market y los bonos pierden 7%. La reacción es mala, pero no es pánico como en 2019”, explicó Fernando Marull, de FMyA.
Escenario crítico para el Gobierno
El revés electoral llega en un contexto de fuerte presión cambiaria y financiera. Consultoras anticipan que el dólar oficial podría testear el techo de la banda en $1460, lo que forzaría al Banco Central y al Tesoro a intervenir con suba de tasas, ventas en el mercado de futuros e incluso el uso de desembolsos del FMI.
Para Gabriel Caamaño, de Outlier, “es lo que el mercado temía: una derrota que complica el camino hacia octubre en medio de una política cambiaria y monetaria desdibujada”. En tanto, Amílcar Collante, de Profit Consultores, calificó el resultado como “otro cisne negro”.
“Es esperable una caída fuerte de bonos y una suba del riesgo país, mientras el Merval seguirá retrocediendo y el dólar oficial testeará el techo de la banda”, advirtió.
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Con información de LN.-