Kevin Ware Jr., exjugador de la NFL de 41 años de edad, fue condenado a 30 años de prisión tras declararse culpable del asesinato de su novia, Taylor Pomaski, de 29 años de edad, ocurrido en 2021. Según reportó NBC Houston, Ware, quien se desempeñó como ala cerrada en los Washington Redskins y San Francisco 49ers, llegó a un acuerdo con la fiscalía para evitar un juicio prolongado.
La desaparición de Pomaski en abril de 2021 provocó una intensa búsqueda que concluyó meses después, cuando sus restos fueron hallados en una zanja en el condado de Harris. Las investigaciones revelaron detalles estremecedores: de acuerdo con documentos judiciales, Ware golpeó a Pomaski con un objeto contundente, la apuñaló, estranguló y posteriormente quemó su cuerpo. La brutalidad del crimen conmocionó a la comunidad y derivó en un proceso judicial que ha captado la atención pública durante años.
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Antes de su desaparición, Pomaski había manifestado a su entorno preocupación por la relación, describiéndola como abusiva y tóxica.
El caso de Ware ha tenido gran repercusión no solo por la violencia del asesinato, sino también por su historial delictivo. Días antes de la desaparición de Pomaski, Ware fue detenido por exceso de velocidad y portación de armas, entre ellas un AK-47 cargado, además de posesión de cocaína y metanfetamina. En diciembre de 2022, se declaró culpable de cargos relacionados con drogas y armas, por los que recibió una condena de 15 años de prisión. La reciente sentencia por asesinato se suma a su extenso prontuario, cerrando uno de los capítulos más oscuros de su vida.
La familia de Pomaski expresó su dolor y su deseo de justicia, subrayando la importancia de visibilizar los casos de violencia doméstica. Organizaciones de apoyo a víctimas han aprovechado el caso para reforzar campañas de concienciación sobre los riesgos de las relaciones abusivas y la necesidad de una intervención temprana por parte de las autoridades.
En cuanto a su carrera deportiva, Ware jugó fútbol americano en la escuela secundaria Klein Oak, en el condado de Harris, Texas, antes de continuar en la Universidad de Washington. Aunque no fue seleccionado en el Draft de la NFL en 2003, ese mismo año firmó con los Washington Redskins, con los que disputó 11 partidos antes de ser liberado en junio de 2004. Posteriormente, firmó con los San Francisco 49ers, con quienes jugó cinco encuentros, y más tarde con los Oakland Raiders, aunque no llegó a debutar con este último equipo.
