Es un pacto que generó sorpresa en El Salvador. La exguerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) se unió con sus archienemigos de Alianza Republicana Nacionalista (Arena) para formar un frente común con el propósito de derrotar al actual presidente, Nayib Bukele, en las elecciones previstas para 2024.
La alianza opositora, que reúne a los partidos de derecha Vamos y Nuestro Tiempo y organizaciones de la sociedad civil, fue revelada por el diario digital El Faro, que informa de negociaciones entre las agrupaciones para decidir una candidatura presidencial que tenga posibilidad de derrotar a Bukele. El mandatario reaccionó con furia y criticó con dureza la nueva alianza.
“En 2019 dijimos que esto pasaría, que se uniría Arena y el FMLN (Aren 2.0 lo llamamos en ese momento). Nos dijeron que era mentira, que sus ideales anticomunistas, unos, y revolucionarios, otros, no lo permitirían; que jamás serían lo mismo”, escribió el presidente. “Unos años después, consuman su unión. Una guerra civil que dejó 85.000 muertos, un millón de desplazados, cinco décadas de atraso, nuestra infraestructura destruida, el nacimiento de las pandillas y unos acuerdos de paz falsos, que nos sumergieron en 30 años más de pobreza y subdesarrollo. Dividieron a un país en dos y pusieron a que nos matáramos entre hermanos; financiados (ambos) por poderes extranjeros. Todo eso, y muchas cosas más, para terminar en esto. Dios los perdone”, agregó.
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Bukele hace constantemente referencia a la guerra civil que desangró a El Salvador y también a los acuerdos de paz, que él desdeña.
El mandatario, que ya adelantó que se postulará a la reelección, cuenta con altos índices de aprobación debido a su controvertida guerra contra las pandillas. Desde hace un año mantiene un estado de excepción en El Salvador, con los militares y las fuerzas policiales en las calles en una lucha contra las llamadas maras que ha permitido bajar los índices de inseguridad.
Hasta ahora fueron detenidas más de 60.000 personas y organizaciones de derechos humanos denunciaron abusos y vejaciones por parte de las autoridades salvadoreñas.
El País.-