Carlos Iván Suárez.- Eran aproximadamente las cuatro de la madrugada del domingo, cuando Adolfo Pinto sintió un fuerte golpe en su pecho que lo despertó, al abrir los ojos no veía nada por un gran humo que invadía su habitación en la calle Vattuone 88 de Pilar, provincia de Buenos Aires.
“Cuando despierto todo estaba en llamas. No sé si fue un cortocircuito o qué pero se prendió en llamas mi habitación menos la cama. Como pude salté el fuego y salí para tomar un poco de aire. Llamé a los vecinos pero nadie salió a auxiliarme”, narra el hombre de 35 años de edad y oriundo de Caracas.
Al verse sólo ante la situación, volvió a ingresar a la habitación, entró al baño y con un tobo con agua empezó a apagar el fuego, “ahí halé el tender y fue cuando se me incendió la mano derecha pero al momento por la misma adrenalina, no sentía dolor ni nada, como pude saqué los zapatos y la cama pero perdí todo: la ropa, billetera con toda la documentación. Todo”.
Una vez apagado el fuego, salieron sus vecinos y le preguntaron por lo ocurrido, uno de ellos que es bombero, llamó a la ambulancia y a los cinco minutos estaban en el lugar, “me revisaron, dijeron que eran quemaduras de primer grado y me mandaron una pomada”.

La mañana del domingo persistía el dolor y las ampollas en sus manos crecían, así como el ardor en la nariz y una de sus orejas, así que se fue al Hospital de la localidad donde le hicieron una revisión exhaustiva e integral. Lo vio el cirujano y le hicieron una primera cura.
El martes, lo vio nuevamente el cirujano y al observarle las manos tan inflamadas y llenas de líquido le rasparon toda la parte quemada, “es un dolor que no se lo deseo a nadie. Fue sin anestesia; con un bisturí me fue cortando todo”, narró, mientras se lamentaba de eso. “No me quiero ni acordar”, reiteró.
Este miércoles le iniciarán las curas en la mano en un ambulatorio pero las heridas del rostro debe hacérselas él mismo, y ante la imposibilidad de laborar durante estos días y posiblemente durante un mes y medio, requiere de la colaboración de guantes quirúrgicos, gasas, sulfato de plata, solución fisiológica y adhesivo antialérgico.
Pero además, luego de haberlo perdido todo, incluyendo sus prendas de vestir, también necesita ropa para el frío talla XL (chaquetas, suéter, monos, bufandas, entre otros) de manera que le quede ancha y no le moleste en las quemaduras, “yo no exijo nada, lo que puedan ayudarme. Unos amigos me han traído unas cosas pero me quedan un poco ajustadas y por ahora no puedo usarlas”.
Adolfo trabaja como delivery y ante lo ocurrido, que se le quemó hasta el bolso, también requerirá de ayuda económica para los que pueda y deseen colaborar, estos son sus datos bancarios del Santander: CBU: 0720221888000040127990
ALIAS: DIOS.JARDIN.SANTA

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