La estatua de Diana de Gales ya está visible en los jardines de Palacio de Kensington y se cumple así el deseo de sus hijos, los príncipes Guillermo y Harry, que convocaron un comité para recaudar fondos de forma privada y en el que han participado Elton John y su marido, David Furnish. Hoy ha sido la inauguración, un acto esperadísimo por dos motivos: ver el monumento a Lady Di en el día que hubiese cumplido 60 años y ver juntos a Guillermo y Harry. La expectación era máxima por volver a ver a ambos hermanos. Son muchos los que les piden que haya cordialidad entre ellos, y ese era, además, el deseo de su madre, tal y como les dijo en una carta que les dejó escrita.

Los príncipes Guillermo y Harry han llegado por separado y se han reunido en el Palacio de Kensington, donde se les ha visto entrar juntos a recinto donde se encuentra la estatua. Durante el acto han estado charlando, incluso se les ha visto compartir alguna que otra risa cómplice. Todos han estado muy pendientes de los gestos y las miradas para analizar la comunicación no verbal. Los hermanos han mostrado una imagen de unidad, demostrando que son capaces de dejar a un lados sus problemas personales en un día tan espeicla como este.
Los dos han ido vestidos casi iguales: traje azul de dos botones y corbata, la de Guillermo en azul y la de Harry en tono gris claro. También los zapatos son distintos: Harry los lleva marrones y Guillermo los ha elegido en negro. Guillermo llevaba abrochada la chaqueta el traje, dando una imagen más seria, como corresponde a un heredero al trono, puesto que todos dicen que será para él, adelantando a su padre en la línea de sucesión. Harry ha optado por un estilo más informal, llevando la chaqueta abierta.
“Todos los días deseamos que estuviera con nosotros y nuestra esperanza es que esta estatua sea vista para siempre como un símbolo de su vida y su legado“, aseguran los hijos de Lady Di. Ellos han sido los encargados de retirar el velo que escondía la estatua, esculpida por el artista Ian Rank-Broadley. Él artífice de esta obra también ha asistido al acto, donde ha estado charlando con los príncipes antes de la gran revelación. “La estatua pretende reflejar la calidez, elegancia y energía de Diana, princesa de Gales, además de su trabajo y el impacto que ha tenido en tanta gente”, explica el palacio de Kensington a través de un comunicado.
Los dos hemanos han mantenido en todo momento una imagen cordial y amable, pero no hemos visto en ningún momento que se tocaran. Ha llamado la atención un gesto de Harry. Ha sido justo después de levantar la tela: Harry parece que se quiere abrazar a su hermano, pero recula y no lo hace. ¿Habrá visto que no iba a ser correspondido?

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