Dra. nutricionista Janneth Barbosa.- Estimados lectores Feliz día del Amigo, hoy dedicaré estas líneas a las personas que tengan la gran responsabilidad de intervenir en el cuidado y salud propia y la de los niños, tal cual enfatizo frecuentemente, la alimentación es uno de los factores influyentes en el estado de salud y bienestar de las personas, numerosos estudios evidencian la importancia del comportamiento alimentario, por tal motivo, se requiere brindar a la población los conocimientos, habilidades y destrezas necesarias para la promoción y la protección de la salud y nada mejor que aprender a cuidarse desde niños.
Recordemos que es importante distinguir entre alimentación y nutrición, la alimentación es el acto de proporcionar al cuerpo alimentos e ingerirlos. Es un proceso consciente y voluntario, y por lo tanto está en nuestras manos modificar conductas que nos dañen. La calidad de la alimentación depende principalmente de factores económicos y culturales.

Mientras que la nutrición es el conjunto de procesos fisiológicos por los cuales el organismo recibe, transforma y utiliza los nutrientes (proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales), contenidas en los alimentos. Es un acto involuntario e inconsciente que depende de procesos corporales como la digestión, la absorción y el transporte de los nutrientes aportados por los alimentos, hasta los tejidos. Es conveniente tener presente que para mejorar nuestro estado nutricional y, por tanto, nuestro estado de salud, sólo podemos hacerlo mejorando nuestros hábitos alimenticios.
La palabra dieta poco la utilizo en mis escritos, sin embargo, debe entenderse como el conjunto de alimentos que se consumen diariamente, de manera que ésta puede ser o no adecuada a las necesidades de nutrientes y energía diaria de cada persona.
Es prioritario reconocer que tener una alimentación saludable y equilibrada significa:
● Comer frutas y verduras, al menos 5 raciones variadas cada día.
● Aumentar el consumo de fibra, incluya a diario vegetales de hojas verdes, frutas de estación, cereales como quínoa, arroz integral tubérculos como, patatas o papas con su cascara o pan integral.
● Comer moderadamente carnes, pescado y lácteos, bajos en grasa por ser excelentes fuentes de proteínas.
● Reducir el consumo de sal, la cantidad máxima diaria es de 5 g (2 g de sodio, a partir de los 11 años, 1 gr en menores de 11 años
● Evitar los snacks altos en grasas y azúcar.
● Reducir las grasas, especialmente las saturadas. Elimine la grasa de la
carne.

En lo personal, como nutricionista clínica tengo la certeza que la educación para una alimentación saludable implica aprender hábitos que comienzan a formarse desde los primeros años de vida, en primer lugar, en la familia y después en la escuela, es importante identificar los alimentos que consumimos, la frecuencia con que se comen semanalmente, su aporte energético y nutricional, para mejorar el estado nutricional y por ende, la salud en general.
La alimentación adecuada es muy importante para la salud, dado que los hábitos alimentarios poco saludables suelen ser la causa de la obesidad, el sobrepeso, la aparición temprana de enfermedades crónicas degenerativas, por tanto, es importante equilibrar todo lo que se consume, en especial cuando el objetivo es educar al niño en sus hábitos alimentarios. A continuación, en evocación, dejo cinco estrategias que favorecen la adquisición de buenos hábitos alimentarios a implementar en nuestros niños: A partir del primer año el infante debe comer en la mesa con su grupo familiar. Establecer un horario regular para las comidas en familia, servir una variedad de alimentos y refrigerios saludables, darle un buen ejemplo siguiendo una alimentación rica y nutritiva, evitar las peleas por la comida e Involucrar a los niños en los procesos de compra y preparación de las mismas.
Una alimentación saludable y equilibrada es fundamental para el estado de salud de los niños y adultos, es determinante para un correcto funcionamiento del organismo, para un buen crecimiento, una óptima capacidad de aprendizaje, comunicarse, pensar, socializar y adaptarse a nuevos ambientes y personas. Seamos modelos de nuestros pequeños a fin de que puedan copiar patrones alimentarios que les beneficie. Cualquier inquietud consúlteme estoy a su orden
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