Lo que prometía ser un día de felicidad terminó convirtiéndose en una tragedia. Erica Espinosa, de 33 años de edad, acababa de convertirse en madre por tercera vez cuando recibió la peor noticia: su esposo y dos hijos, que viajaban detrás de la ambulancia que la trasladó al hospital de Venado Tuerto, sufrieron un accidente fatal en la ruta 33, en Santa Fe. Bajo una intensa lluvia, el Fiat Regatta en el que se trasladaban chocó contra un camión. José Luis Bazán, de 31 años de edad, y su hijo menor, de 9 años de edad, fallecieron en el acto, mientras que el hijo mayor, de 12 años de edad, se encuentra internado en estado crítico en el mismo hospital.
La tragedia ocurrió el miércoles, alrededor de las 7 de la mañana, en el kilómetro 618 de la ruta nacional 33. Según testigos, el auto habría perdido visibilidad debido al spray de agua levantado por un camión que circulaba adelante y, al intentar adelantarse, invadió parcialmente el carril contrario, donde se produjo el choque. El impacto fue devastador y el vehículo quedó completamente destrozado.
Erica, quien acababa de dar a luz a su hija Anaia Alma en un parto sin complicaciones, recibió la desgarradora noticia poco después. Su esposo, José Luis, era conocido en la comunidad como «Pan Casero» por sus changas como mecánico y panadero, y también trabajaba eventualmente para la municipalidad en la recolección de residuos. La familia, de origen humilde, había llegado a Sancti Spíritu hace 15 años desde Fortín Olmos, en el norte de la provincia, donde aún residen los padres del matrimonio.
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El hijo mayor, José Fernando Bazán Espinosa, lucha por su vida en terapia intensiva con múltiples fracturas y traumatismos graves. Los médicos evalúan si es posible trasladarlo a un centro de mayor complejidad en Rosario, aunque los riesgos del traslado, que demandaría más de dos horas, dificultan la decisión.
El accidente ha reavivado los reclamos por mejoras en la ruta nacional 33, una carretera que los vecinos describen como un «cementerio» debido a su deteriorado estado y al intenso tráfico de camiones durante la cosecha. Cristian Vincenti, presidente comunal de Sancti Spíritu, señaló que las condiciones del asfalto y la falta de infraestructura adecuada hacen que conducir por esa vía durante la lluvia sea extremadamente peligroso. “Salir a la ruta 33 un día de lluvia es casi un suicidio. Estamos cansados de reclamar al Gobierno Nacional”, afirmó.
El ministro de Obras Públicas de Santa Fe, Lisandro Enrico, también se sumó al reclamo y denunció en redes sociales el deplorable estado de las rutas nacionales en la provincia, instando al Gobierno Nacional a tomar medidas urgentes. Según Enrico, las rutas están en condiciones tan precarias que representan un grave riesgo para los conductores, especialmente en días de lluvia.
La comunidad de Sancti Spíritu, con poco más de 4.000 habitantes, se ha solidarizado con la familia. Las autoridades locales han ofrecido apoyo para el traslado de los cuerpos al norte de la provincia, donde serán velados. Mientras tanto, Erica permanece en el hospital junto a su hija recién nacida, enfrentando el difícil panorama de haber perdido a gran parte de su familia en un día que debía estar lleno de alegría.