Producto del multitudinario recibimiento de los hinchas a los campeones del mundo y los festejos que se sucedieron en la ciudad de Buenos Aires, un número todavía incalculable de destrozos, pintadas y desechos inundaron el centro porteño. A la celebración por la Copa obtenida en el Mundial de fútbol Qatar 2022 se sumaron también los enfrentamientos entre la Policía de la Ciudad y entusiastas de La Scaloneta, como se conoce popularmente al equipo liderado por Lionel Messi, tanto dentro como en las inmediaciones del Obelisco.
Personal del sector de Ambiente y Espacio Público del gobierno de la Ciudad brindó a LA NACION precisiones sobre los daños resultantes. “Son inimaginables”, describió la fuente en un primer momento. Luego, detalló que, de hacerse una comparación con el saldo de destrozos que dejó “la fiesta” posterior a que la Argentina se consagrara campeón del mundo, “los daños este martes se duplicaron o triplicaron”.
A pesar de que ya en horas del mediodía se había confirmado que el micro que llevaba a las figuras del conjunto de Lionel Scaloni no iba a pasar cerca del Obelisco, muchos optaron por quedarse en el lugar -otros se cansaron y emprendieron la vuelta- y mantuvieron el clima festivo hasta altas horas de la noche. Lo mismo ocurrió en otras zonas como en la Autopista General Paz y en la Autopista 25 de mayo.
Incidentes y destrucción en el Obelisco
No fue hasta minutos antes de las 20 de el martes que pudieron vislumbrarse los primeros indicios de disturbios cerca del Obelisco, cuando hinchas lograron romper a mazazos la puerta de ingreso al monumento. “Habíamos soldado esa puerta luego de lo ocurrido el pasado domingo y la volvieron a tirar a bajo”, lamentó la fuente consultada en diálogo con este medio.
También, dijo estar al tanto de la cantidad de pintadas dentro y fuera de la atracción turística. “Lo vamos a volver a pintar y restaurar. Vamos también a reponer la puerta y la reja”. Otro reemplazo que habrá que hacer en el corto tiempo, precisó, es el de la cámaras de seguridad dentro del lugar y las luces LED que fueron puestas en la pirámide por el 80° aniversario del Obelisco.
Fuera del monumento, enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y fanáticos se producían a base de botellazos, piedrazos y balas de goma. Los disturbios se propagaron también en otros edificios públicos como bancos. En uno de ellos, un grupo de personas rompió la persiana metálica que cubría una sucursal y robó una impresora en el acto.
Los incidentes finalizaron cerca de las 22, con un saldo de 14 detenidos y 24 oficiales heridos. Junto con el operativo de limpieza de la Avenida 9 de Julio -que se inicio a las 23 por la “cantidad abismal de basura” que había-, desde Ambiente y Espacio Público anunciaron que en las próximas horas se llevará a cabo el relevamiento de los destrozos, a los que se suman los antes mencionados.
“El relevamiento de los daños va a llevar varios días. Hablamos de millones de personas que pasaron por el lugar. Sin embargo, hay ciertas cuestiones que ya fueron notificadas y necesitaran reemplazarse con urgencia. Entre ellas, grandes cantidades de luminarias que ya no tienen cableado y semáforos rotos. Se tratan de artículos que afectan el día a día de los porteños”, destacaron desde el ministerio.
Destrozos en las inmediaciones del monumento
Asi como ocurrió con la sucursal de banco, evidenciaron además destrozos de espacios verdes y elementos del paisaje urbano. Hicieron especial hincapié en el cartel de Espacio Verde BA, localizado a pocos metros del Obelisco: “Lo rompieron completamente. No sabemos si vamos a cambiarlo. No está preparado para que la gente se suba. Lo mismo pasó con las plantas que lo rodean. Veremos si las cambiamos”.
En cuanto a los paneles solares instalados sobre un tramo del Metrobús, sobre la 9 de Julio, que suministran energía adicional al sistema de la Ciudad, indicaron: “El daño es irreparable. Pero no es algo que nos preocupe en el corto plazo. No afecta al pasajero”.
Sobre el tiempo que podrían demorar las reparaciones, la fuente no ofreció una respuesta concreta. “Se va a empezar con el recubrimiento de los grafitis y la limpieza de los espacios, que es lo más rápido. Seguiremos con el alumbrado público y semáforos”, precisó.
Y completó: “Habrá que volver a mirar la pirámide del Obelisco también, revisar su estado. Las demás cosas todavía quedan por ser relevadas por lo que no sabemos cuándo podríamos llegar a terminar. La realidad es nunca vimos algo de semejante magnitud”.
Por último, se consultó sobre los costos que el gobierno porteño deberá asumir para reparar el centro porteño, pero debido a que aún se desconocen los daños totales, desde el Ministerio se negaron a revelar un número que no fuese exacto.
LaNación.-