CIS/Fotos cortesía Fabio Jiménez.- Lo que una vez fue una tasa de oro hoy día es un cementerio lleno de monte. El estadio Pachencho Romero de Maracaibo, al occidente de Venezuela fue el escenario para la final de la Copa América 2007, donde Argentina y Brasil se disputaron el trofeo.
Parece mentira que en otrora, Lionel Messi, pisó lo que una vez fue el engramado de este lugar y que se ha convertido en un escondite para la delincuencia.
Desde el 2007 al 2017, se han hecho dos inversiones, la última de 50 millones de bolívares fuertes, sin embargo en las condiciones que se encuentra, ningún deportista de alto rendimiento pudiera entrenar.


