Dra. nutricionista Janneth Barbosa.- Estimados lectores reciban cordiales saludos, hoy conversaremos sobre el riesgo cardiovascular y cómo evitarlo, ya que actualmente se estima que el 49,4 de la población cursa con sobrepeso u obesidad. Con frecuencia señalo que la obesidad es una enfermedad multifactorial, relacionada con factores biológicos, psicosociales, socioeconómicos y ambientales, lo que conduce a un mal estado de salud, de allí la importancia de autoevaluarse con indicadores sencillos como lo son el Índice de Masa Corporal, donde divides tu peso actual en kilos entre tu estatura al cuadrado, lo recomendable es mantenerlo por debajo de 25 ya que el Índice de masa corporal, IMC ≥25 y <30 kg/m2, refleja sobrepeso y el IMC ≥30 kg/m2, define obesidad, y la circunferencia abdominal la cual tomas alrededor del ombligo y las cifras recomendadas son 94 para ellos y 88 para nosotras
En la población infantil, la obesidad en adolescente es una epidemia de salud pública en todo el mundo, por presentar un marcado incremento en la prevalencia de obesidad, lo que es preocupante dado que contribuye al riesgo de enfermedad cardio vascular en la edad adulta. Aunado a ello personas con “obesidad de peso normal” da lugar a una errónea sensación de bienestar, por lo tanto, la circunferencia de la cintura (CC) aumentada, incluso en personas con peso normal, puede revelar un riesgo mayor de debido a que la circunferencia corporal es un indicador de grasa abdominal, asociada con enfermedad cardio-metabólica y Enfermedad Cerebro Vascular.
Datos recientes sugieren que la obesidad metabólicamente sana puede ser un fenotipo transitorio para la mayor parte de la población, y que la misma varía según la raza/etnia y el sexo. Cuando se comparan personas con obesidad metabólicamente sana con pacientes con exceso de tejido adiposo visceral, estos últimos representan un subgrupo de individuos con mayor riesgo de enfermedad cardio-metabólica.
Los estudios de imágenes han demostrado que, con frecuencia, como la obesidad visceral se asocia con mayor acumulación de grasa hepática, conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico del que conversamos en artículos anteriores.
Es por ello, que enfatizo el impacto beneficioso que se observa en la modificación del estilo de vida, avalado por múltiples estudios, en hombres y mujeres de diferentes edades, que muestran que 3 a 5 sesiones semanales de caminata o Boxing o ejercicios cardio vasculares, durante 10 a 60 minutos diarios, reduce el sobrepeso y la obesidad. Los procesos de adelgazamiento dirigidos a la pérdida de peso mediante control de ingesta de alimentos, aprendizaje de buenos hábitos alimentarios lo cual denomino “Aprender a comer” han demostrado que reducen el riesgo a desarrollar diabetes, hipertensión arterial, dislipidemias, hígado graso, entre otras
Para finalizar , los invito a autoevaluarse determinando Índice de Masa Corporal y midiendo circunferencia de la cintura o circunferencia abdominal para conocer tu riesgo y tomar medidas inmediatas. Se ha demostrado que las intervenciones del estilo de vida, aprender a comer y actividad física diaria, reduce significativamente el riesgo a enfermarte y te mantiene saludable. Cualquier inquietud contáctame, estoy a tu orden