El hecho ocurrió el 8 de noviembre en Broklyn, Nueva York, donde se organizó una boda judío ortodoxa, en la que asistieron más de siete mil personas, por lo que el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, decidió multar al organizador con siete mil dólares.
Se casaba el nieto de Aaron Teitelbaum, el gran rabino de la comunidad Satmar, y no plantearon en ningún momento la cancelación del enlace, a pesar de las limitaciones impuestas por la pandemia.
Semanas atrás las autoridades ya habían prohibido la boda de otro nieto del rabino, en la que se esperaban unas 10 mil personas, por lo que en esta oportunidad, decidieron no enviar invitaciones por escrito sino que usaron el método de boca a boca con el que lograron llegar a siete mil invitados, que como se observa en las imágenes no llevaban mascarillas ni guardaron distancia social.
Los judíos ortodoxos desconfían de las vacunas y de las medidas tomadas por las autoridades para prevenir la propagación del Covid-19. Sin embargo, eso no evitó la muerte de R’Mayer Zelig Rispler, el presidente de la sinagoga, quien falleció por coronavirus a los 70 años el pasado mes de octubre y que era una de las pocas voces de esta comunidad que había pedido que se respetaran las medidas de seguridad.